Entrevista a Marta Hazas[Opinión de Zamora]

La actriz Marta Hazas encarna a María en la comedia «Amigos hasta la muerte» que se representa el viernes, día de San Pedro, en el Principal a las 20.00 y a las 22.30 horas. La intérprete comparte escenario con Fele Martínez y con Javier Veiga.

—¿Cómo llega a protagonizar esta comedia?
—Inicialmente Javier Veiga cuando pensó en el reparto iba a montarlo con otra actriz, pero ella no lo podía hacer en ese momento y como yo estaba con la serie diaria no me planteaba volver al teatro porque ya había compaginado televisión con «El mercader de Venecia» y sabía que era una locura. No obstante, me había leído la obra y me parecía un personaje femenino maravilloso. Me planteé realizar la gira por España y que cuando la obra se representara en Madrid que lo hiciera otra actriz. Finalmente tras interpretar yo este papel ya no se lo dejaría a nadie. (Risas).

—¿Por qué?
—Realmente es un personaje con el que me divierto mucho al interpretarlo. Doy vida a María, una mujer que supone un poco el vértice de un triángulo amoroso. Todos sabemos lo complicado que son las relaciones de amistad entre hombres y mujeres y todavía la situación es más difícil cuando existe un vínculo entre una mujer y dos hombres desde la época de la Universidad. Se trata de un personaje que es dulce y al mismo tiempo manipuladora. Tiene carácter, pero también muchas inseguridades? Es un personaje con mucha comedia y lleno de matices. Creo que María tiene de mí un poco el carácter y la mala leche, pero nada más.

—¿Supone una de las interpretaciones más interesantes de su trayectoria?
—Sí, aunque no lo puedo comparar con Porcia de la obra «El mercader de Venecia», pero en comedia es el personaje más interesante que he tenido. Sara Reeves, que encarno en la serie «Bandolera», también me llena. En más de 400 capítulos no se me ha agotado la ilusión por este personaje que me permite rodar escena de acción, lucha o montar a caballo, pues no tengo una doble. Me apetece que la gente me conozca en un registro más humorístico frente a «Bandolera» y «El internado». Creo que estos personajes más dramáticos no harán que se me asocie a un registro y si así fuera es porque durante mucho tiempo he hecho algo bueno.

—En «Amigos hasta la muerte», ¿tres son multitud?
—Para algunas cosas sí, que han sido multitud en el pasado, aunque para otras son un verdadero equipo.

—Javier Veiga es el autor, el director y uno de los actores de la comedia. ¿Esta triple faceta ha hecho más complicado el montaje?
—Tiene sus pros y sus contras. Entre las ventajas es que tiene todo muy claro y te dirige sin dar vueltas, lo que te facilita mucho la interpretación, pero al mismo tiempo supone que estés en el escenario con él y si cambias algo del diálogo, ves su cara con la que te está diciendo que te ha pillado. (Risas). Realmente hace muy fácil mi trabajo. Estoy encantada trabajando con Fele Martínez y Javier Veiga, nos llevamos muy bien y además estoy aprendiendo mucho. He aprendido el ritmo de la comedia que tiene otra velocidad. Hasta ahora había hecho «Impares» para Antena 3 y Neox que se fundamentaba en el humor al igual que mis incursiones en «Aída», pero nunca había tenido el peso fuerte en una comedia. Esta obra es un montaje para quienes quieren pasarse un buen rato y posteriormente tienen asegurada una buena conversación recordando momentos de la representación.

—En esta función está presente la amistad y la muerte. ¿Resulta fácil esta combinación?
—Sí, todo aquello que al ser humano nos preocupa, ya sea el amor, la amistad, el dinero o la muerte es lo que más gracia hace. Cuando las cosas son gordas es cuando aparece el humor puro. Esta comedia hace que te rías de la muerte, de ti mismo e incluso te sientes identificado con muchas de las situaciones que se viven sobre el escenario. Ahora con el rescate y la crisis aflora mucho más el humor de calidad.

—En un punto del diálogo hacen alusión al personaje de dibujos animados Bob Esponja.
—En una parte del texto se hace una mención que resulta muy graciosa. El texto tiene momentos de mucha carcajada. Nunca pensé que la obra iba a tener este resultado tan bueno con el público.

—¿El diálogo ayuda?
—Sin duda, porque genera unas situaciones muy especiales. Trabajamos con gran ritmo el diálogo y las réplicas son hilarantes e incluso Fele y yo bailamos un tango. Ha sido muy interesante aprender para poder hacerlo decentemente.

Fuente