'Bandolera', la serie de las sobremesas de Antena 3 alcanza mañana los 400 capítulos emitidos. Hablamos con su protagonista, Marta Hazas, que da vida a Sara Reeves en la ficción, para que haga un repaso de estos dos años de emisión y de las mejores anécdotas que le han sucedido.
¿Qué supone para Marta Hazas alcanzar la cifra de 400 episodios? Se me quedan los ojos de emoticono (risas). Me quedo ojiplática. Por un lado, se me ha hecho muy corto el año y medio que llevamos; y por otro, veo la cantidad de personajes y tramas que han pasado y creo que ha sido un mundo.
¿Esperabas estar 400 capítulos en antena?
No. Al principio nos pasaban el plan de rodaje y solo eran de semana en semana. De repente, un día, me di cuenta que ya llevábamos 40 semanas. Siempre hemos ido renovando de tres meses en tres meses y un día te paras y dices "400 capítulos ya…".
¿Es un privilegio aguantar tanto, no?
Es muy importante en varios sentidos. Que una cadena como Antena 3 haya apostado por una ficción española en una franja horaria muy complicada, porque competimos con 'Amar en tiempos revueltos' y con otros formatos que hay en Telecinco que no tienen nada que ver con la ficción. Entonces empezamos con algo de miedo, pero mira, aquí seguimos…
¿Piensas en cumplir 400 más?
No me lo planteo, porque si pienso en 400 madrugones más a las 6 de la mañana.... Esto es por tramas, voy a bloques y solo pienso en lo que me va a pasar en cada trimestre porque es un personaje con muchos matices.
¿Te imaginabas algunas de las tramas que ha vivido Sara?
Algunas sí. Las de amor y acción eran más previsibles, pero el beso con El Chato (Alfonso Begara), por ejemplo, no.
¿Estás orgullosa del trabajo que estás realizando o hay algo que todavía no has conseguido de tu personaje y te gustaría hacer?
Pues las dos cosas, y creo que eso hace que mantengas intacta la ilusión. Estoy muy orgullosa del trabajo que estoy haciendo y estoy aprendiendo mucho, lo que no voy a hacer jamás es criticar a nadie que haga una serie diaria, porque es dificilísimo. No da tiempo a ensayar, preparar… y me parece que tiene mucho mérito y más en una serie de época, con caballos, aventura… Aunque peque de poco modesta, creo que hacemos un gran trabajo en esta serie y no parece una ficción diaria. Veo secuencias de las que estoy muy orgullosa de haberlas hecho.
Por otro lado, también se ven carencias, vas quemando recursos y te tienes que reciclar para no ser repetitiva y no aburrir. Y claro, para no perder la ilusión.
¿Recuerdas el primer día que llegaste a Arazana?
Sí, claro que sí. Nos enseñaron el decorado de la plaza y me pareció un plató muy grande. Además, con los dos pisos que hay, es una pasada… También recuerdo los nervios conociendo a los compañeros y sentir un poco de miedo al ver todas las secuencias que teníamos que hacer (risas).
Eres la protagonista de 'Bandolera', ¿cómo llevas tener casi todo el peso de la serie?
No te voy a engañar, lo llevo muy bien. Es un gusto trabajar de actriz y que de repente te llegue un caramelo como este personaje, es genial. Y encima ves que la serie funciona y llegas al capítulo 400, pues mejor que mejor, ahora el momento es más dulce.
¿Te ha sorprendido la respuesta del público por la calle?
Es muy positiva porque es una serie que no arrasa en audiencia y tal como hacía 'El Internado', pero en la calle la ve mucha gente y un target muy amplio: Desde niñas pequeñas hasta mujeres con sus maridos o gente que veía 'El Internado'. En la calle la respuesta es muy buena y creo que se ha ganado un respeto, antes se veía como un culebrón y ahora no.
Para el capítulo 500 ¿qué deseas para Sara?
Pues que ya no llore más (risas). Creo que la deben poner un poco más flamenca y un poco más de comedia, que ya ha llorado muchísimo.
Como Sara era hija de una bailaora, siento que deben ponerle un poco de flamenquito, que me den vidilla y no llore más. Chispa y comedia.
Sara ha tenido muchas tramas, pero ahora no hay nadie. ¿Cómo te gustaría que acabara ese te personaje sentimentalmente hablando?
Creo que todo debería ser un sueño de Rafalín, que todo esto es la vida real y somos todos ejecutivos y no se ha muerto Miguel Romero ni nadie (risas). En serio, te puedo aventurar que Sara va a volver a descubrir el amor y se va a enamorar, pero casarse no sé...
¿Qué recuerdo te gustaría llevarte de la serie?
Como el Winchester sé que no me lo van a dar, me gustaría llevarme a Capricho, el caballo (risas) Me encantaría llevarme alguna prenda del vestuario, porque por ejemplo tengo un camisón precioso y chaquetas que me las podrían con un vaquero y quedarían muy bien. También te digo, que cada vez que empieza una temporada me encapricho de más cosas (risas).
¿Cómo haces para renovar el personaje?
Joan, el director, y Álvaro, el coach, me ayudan mucho, pero intento sobre todo tomármelo con calma y me lo voy planteando en función de las tramas. Ponerme creativa me ayuda mucho, sorprender al actor que tengo en frente y no avisarle de cosas que voy a hacer. Pequeños trucos (risas).
¿Anécdotas o tramas que más te han emocionado?
Viví muy intensamente la muerte de Miguel Romero (Carles Francino), porque tenía mucho peso en el guion. Además, con Carles llevaba trabajando un año y nos entendíamos muy bien. Pero quizá lo que me gustó más trabajar es el momento en el que él descubre que yo soy bandolera, no desde el culebrón, sino con sentimientos.
¿Le echas de menos?
Sí, cuando se fue sí, casi es como volver a empezar. A él y a Ruth los echo de menos, porque eran los dos pilares de mi personaje.
Ya les he dicho que no me voy a volver a hacer amiga de más gente, porque es como si te cambian de colegio muchas veces (risas). Eso sí, siempre me quedará Rafalín y los bandoleros, estos me los están respetando.
¿Una serie es tan dura como dicen?
No, es muy duro. La gente no se lo imagina, a veces no tienes el tiempo necesario para hacer bien tu trabajo y es frustrante. Es demasiada dedicación, mi vida sin mí. Quiero hacer cosas de persona normal, andar por la calle, ir a la compra...
¿Cómo es el día a día de Marta Hazas?
Me recogen entre las 06:30 horas y las 07:00 de la mañana, luego maquillaje y peluquería. Suelo grabar unas siete secuencias y entre las 17:00 horas y las 18:00 me voy a mi casa. Cuando llego estudio un poco, descanso y sobre todo, intento desconectar, quedar con amigos... Me está costando mucho leer, ver teatro o ir al cine.
¿Ves tus secuencias cuando llegas a casa?
Esta serie no la he estado viendo, solo he visto alguna secuencia que me ha interesado, pero prefiero no verlo para no complicar las cosas. Eso sí, cuando salga a la venta 'Bandolera' en DVD, la compraré.
¿La 'Bandolera' podría llevarse al cine?
Desde luego, es una historia de aventuras muy chula. El primer capítulo fue en prime time y funciono muy bien.
¿Estás pendiente de las audiencias?
No estoy pendiente, al principio sí, pero como tenemos un público muy fiel. Veo que la gente está tranquila y yo también lo estoy.
Fuente
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¿Esperabas estar 400 capítulos en antena?
No. Al principio nos pasaban el plan de rodaje y solo eran de semana en semana. De repente, un día, me di cuenta que ya llevábamos 40 semanas. Siempre hemos ido renovando de tres meses en tres meses y un día te paras y dices "400 capítulos ya…".
¿Es un privilegio aguantar tanto, no?
Es muy importante en varios sentidos. Que una cadena como Antena 3 haya apostado por una ficción española en una franja horaria muy complicada, porque competimos con 'Amar en tiempos revueltos' y con otros formatos que hay en Telecinco que no tienen nada que ver con la ficción. Entonces empezamos con algo de miedo, pero mira, aquí seguimos…
¿Piensas en cumplir 400 más?
No me lo planteo, porque si pienso en 400 madrugones más a las 6 de la mañana.... Esto es por tramas, voy a bloques y solo pienso en lo que me va a pasar en cada trimestre porque es un personaje con muchos matices.
¿Te imaginabas algunas de las tramas que ha vivido Sara?
Algunas sí. Las de amor y acción eran más previsibles, pero el beso con El Chato (Alfonso Begara), por ejemplo, no.
¿Estás orgullosa del trabajo que estás realizando o hay algo que todavía no has conseguido de tu personaje y te gustaría hacer?
Pues las dos cosas, y creo que eso hace que mantengas intacta la ilusión. Estoy muy orgullosa del trabajo que estoy haciendo y estoy aprendiendo mucho, lo que no voy a hacer jamás es criticar a nadie que haga una serie diaria, porque es dificilísimo. No da tiempo a ensayar, preparar… y me parece que tiene mucho mérito y más en una serie de época, con caballos, aventura… Aunque peque de poco modesta, creo que hacemos un gran trabajo en esta serie y no parece una ficción diaria. Veo secuencias de las que estoy muy orgullosa de haberlas hecho.
Por otro lado, también se ven carencias, vas quemando recursos y te tienes que reciclar para no ser repetitiva y no aburrir. Y claro, para no perder la ilusión.
¿Recuerdas el primer día que llegaste a Arazana?
Sí, claro que sí. Nos enseñaron el decorado de la plaza y me pareció un plató muy grande. Además, con los dos pisos que hay, es una pasada… También recuerdo los nervios conociendo a los compañeros y sentir un poco de miedo al ver todas las secuencias que teníamos que hacer (risas).
Eres la protagonista de 'Bandolera', ¿cómo llevas tener casi todo el peso de la serie?
No te voy a engañar, lo llevo muy bien. Es un gusto trabajar de actriz y que de repente te llegue un caramelo como este personaje, es genial. Y encima ves que la serie funciona y llegas al capítulo 400, pues mejor que mejor, ahora el momento es más dulce.
¿Te ha sorprendido la respuesta del público por la calle?
Es muy positiva porque es una serie que no arrasa en audiencia y tal como hacía 'El Internado', pero en la calle la ve mucha gente y un target muy amplio: Desde niñas pequeñas hasta mujeres con sus maridos o gente que veía 'El Internado'. En la calle la respuesta es muy buena y creo que se ha ganado un respeto, antes se veía como un culebrón y ahora no.
Para el capítulo 500 ¿qué deseas para Sara?
Pues que ya no llore más (risas). Creo que la deben poner un poco más flamenca y un poco más de comedia, que ya ha llorado muchísimo.
Como Sara era hija de una bailaora, siento que deben ponerle un poco de flamenquito, que me den vidilla y no llore más. Chispa y comedia.
Sara ha tenido muchas tramas, pero ahora no hay nadie. ¿Cómo te gustaría que acabara ese te personaje sentimentalmente hablando?
Creo que todo debería ser un sueño de Rafalín, que todo esto es la vida real y somos todos ejecutivos y no se ha muerto Miguel Romero ni nadie (risas). En serio, te puedo aventurar que Sara va a volver a descubrir el amor y se va a enamorar, pero casarse no sé...
¿Qué recuerdo te gustaría llevarte de la serie?
Como el Winchester sé que no me lo van a dar, me gustaría llevarme a Capricho, el caballo (risas) Me encantaría llevarme alguna prenda del vestuario, porque por ejemplo tengo un camisón precioso y chaquetas que me las podrían con un vaquero y quedarían muy bien. También te digo, que cada vez que empieza una temporada me encapricho de más cosas (risas).
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Joan, el director, y Álvaro, el coach, me ayudan mucho, pero intento sobre todo tomármelo con calma y me lo voy planteando en función de las tramas. Ponerme creativa me ayuda mucho, sorprender al actor que tengo en frente y no avisarle de cosas que voy a hacer. Pequeños trucos (risas).
¿Anécdotas o tramas que más te han emocionado?
Viví muy intensamente la muerte de Miguel Romero (Carles Francino), porque tenía mucho peso en el guion. Además, con Carles llevaba trabajando un año y nos entendíamos muy bien. Pero quizá lo que me gustó más trabajar es el momento en el que él descubre que yo soy bandolera, no desde el culebrón, sino con sentimientos.
¿Le echas de menos?
Sí, cuando se fue sí, casi es como volver a empezar. A él y a Ruth los echo de menos, porque eran los dos pilares de mi personaje.
Ya les he dicho que no me voy a volver a hacer amiga de más gente, porque es como si te cambian de colegio muchas veces (risas). Eso sí, siempre me quedará Rafalín y los bandoleros, estos me los están respetando.
¿Una serie es tan dura como dicen?
No, es muy duro. La gente no se lo imagina, a veces no tienes el tiempo necesario para hacer bien tu trabajo y es frustrante. Es demasiada dedicación, mi vida sin mí. Quiero hacer cosas de persona normal, andar por la calle, ir a la compra...
¿Cómo es el día a día de Marta Hazas?
Me recogen entre las 06:30 horas y las 07:00 de la mañana, luego maquillaje y peluquería. Suelo grabar unas siete secuencias y entre las 17:00 horas y las 18:00 me voy a mi casa. Cuando llego estudio un poco, descanso y sobre todo, intento desconectar, quedar con amigos... Me está costando mucho leer, ver teatro o ir al cine.
¿Ves tus secuencias cuando llegas a casa?
Esta serie no la he estado viendo, solo he visto alguna secuencia que me ha interesado, pero prefiero no verlo para no complicar las cosas. Eso sí, cuando salga a la venta 'Bandolera' en DVD, la compraré.
¿La 'Bandolera' podría llevarse al cine?
Desde luego, es una historia de aventuras muy chula. El primer capítulo fue en prime time y funciono muy bien.
¿Estás pendiente de las audiencias?
No estoy pendiente, al principio sí, pero como tenemos un público muy fiel. Veo que la gente está tranquila y yo también lo estoy.
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